Llega el verano y hay mucho tiempo libre. Los peques vienen de un año de tareas y estudio y lo que menos quieren es hacer tareas complementarias. Les llama más emplear el tiempo libre en otras opciones; como los videojuegos. ¿Qué puedes hacer para que los niños disfruten de los videojuegos de forma segura también durante las vacaciones?.
Las «reglas» las pone el adulto
Nosotros, como adultos responsables, somos los que debemos establecer los horarios y las reglas. Aunque debemos ser razonables y entender que hay videojuegos, como los los simuladores deportivos o de rol, que «requieren de algo más de tiempo.
Por ello, hay que llegar a acuerdos e intentar no cortarlo en el momento de más disfrute. Sería una situación igual de injusta que parar una película o un partido diez minutos antes del final”. Esto ahorrará más de un conflicto.
¿Cuál es el tiempo recomendable?
No tienes por qué prohibir que tus hijos jueguen a una videoconsola o cualquier otro dispositivo. Estos dispositivos forman ya parte del día a día y se ha «normalizado» su uso. Lo mejor es controlar el tiempo que las utilicen o acordar unos tramos horarios. Así estarás estableciendo un límite que consideres justo y tu hijo sabrá regirse por unas normas sin sentirse «amenazado».
Un uso razonable presenta beneficios (máximo de utilización de unas cuatro horas a la semana) mejora sus habilidades, fomenta los reflejos y la percepción. En cambio, los niños que abusan de su uso, que pasan con la consola más de siete horas semanales, suelen presentar problemas de conducta.

Controla el contenido que visualizan
En cuanto al tipo de contenidos, es fundamental que estemos informados de aspectos como las clasificaciones por edades de los videojuegos (la PEGI europea, por ejemplo, indica a partir de qué edad es apto cada título), se preocupen del género al que suelen jugar (si es educativo, arcade, estrategia, etc.) y busquen referencias sobre los títulos. Además, es importante asegurarse de que no entran en contacto de manera habitual con desconocidos.
En cuanto al contenido, lo mejor es que los menores de entre tres y ocho años accedan a juegos básicos basados en fomentar la imaginación, la habilidad, el aumento de su vocabulario y la capacidad de lectura. A estas edades no suele haber problemas de adicción por su capacidad limitada de mantener la atención; es normal que se aburran rápido y quieran realizar otra actividad.
Especial atención con los menores que superen los 12 años de edad ya que la adicción va en aumento a partir de esta edad y ya les comienza a llamar la atención los videojuegos de contenido violento y agresivo, como Fortnite. Este tipo de videojuegos fomentan las partidas online en la que es más complicado que puedas controlar cómo y con quién juegan.
¿A qué hora debemos limitar su uso
Es muy importante no permitir su uso después de cenar o antes de dormir. Los videojuegos provocan una gran cantidad de estimulación que repercuten negativamente en el descanso descanso de los niñosy pueden derivar en estados de nerviosismo e insomnio.